Teatro San Fernando de Sevilla

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TEATRO SAN FERNANDO

DE 

SEVILLA

TEATRO SAN FERNANDO

DE

SEVILLA

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TEATRO SAN FERNANDO DE SEVILLA.

Muchos aficionados al arte en general y a la copla en particular, que no pudieron por motivos de edad o por otras circunstancias de diferentes calados, conocer lo que fué la auténtica cuna del arte, nos referimos evidentemente al «Teatro San Fernando» de Sevilla, se preguntan, que por que, aquellos que si tuvimos la inmensa fortuna de conocerlo y hablamos del mismo, al hacerlo se nos iluminan los ojos, dicen que nos brillan, de una forma distinta, que se denota algo diferente en la mirada, en la expresión de la cara.

Y la verdad es que solo mencionar «Teatro San Fernando», nos transportamos a otra época, da la impresión de viajar en solo décimas de segundo, a otro mundo, tal vez a otra «galaxia», pero que fué real, a la vez, tan cerca y tan lejano en el tiempo.

El Ilustre escritor sevillano D. Santiago Montoto. Correspondiente de la Real Academia Española, dijo en un artículo, publicado en el Diario ABC de Sevilla, que posteriormente se volvió a editar, en un folleto en el año 1947, con motivo de la conmemoración del centenario de dicho Teatro, por la Imprenta Álvarez, que durante ese siglo, había estado realizando todos los trabajos impresos del mismo, lo que nosotros volvemos a publicar a continuación.

TEATRO SAN FERNANDO

DE

SEVILLA

EL CENTENARIO DEL TEATRO SAN FERNANDO

El reinado de Isabel II fué, no obstante las luchas políticas, beneficioso para Sevilla, ya que en él la ciudad dio una paso gigantesco en el camino del progreso, conforme a los portentosos inventos del siglo de las luces. La inauguración del puente de hierro sobre el Guadalquivir, la instalación de los ferrocarriles, el alumbrado por gas y otras muchas novedades cambiaron en gran manera la fisonomía sevillana, tanto en la transformación urbanística, al decir de hoy, como en sus costumbres.

Los adelantos repercutieron también en la vida social, embelleciéndose notablemente el caserío, y en especial los centros de reuniones públicas. Entonces se establecieron aquellos cafés, cuya tradición ha llegado hasta nuestros días. Sevilla contaba por aquellas calendas con tres teatros, entre ellos con el llamado Principal, el mas hermoso de todos, pero por desidia de su propietario, el marqués de Guadalcázar, se había quedado muy anticuado, necesitando una honda transformación que, modernizándolo, lo pusiera en las condiciones que los adelantos del arte de la escena exigían.

Aquella Sevilla floreciente necesitaba un teatro. Entonces se pensó por varios sevillanos en labrar uno de nueva planta. Después de varias tentativas, y contando con el apoyo del conde de San Luis, que, si no sevillano de nacimiento, lo era por su corazón, se formó una sociedad para llevar al cabo la idea.

Aparecieron como socios de la empresa los señores don Julián J. Sánchez y don José de Caso, los cuales se apresuraron a buscar el sitio donde el teatro había de alzarse. Este fue el hermoso edificio del desaparecido hospital del Espíritu Santo, situado en el centro de la ciudad, en la calle de los Colcheros. Pertenecía el local a la Junta de Beneficencia, quien lo vendió en la suma de 18.000 reales anuales. El antiguo hospital daba a tres calles: a la de los Colcheros (Tetuán), a la de los Lombardos (Muñoz Olivé) y a la del Naranjuelo (Méndez Núñez).

El plano del teatro fué de los ingenieros franceses don Pablo Robault de Fleury y don Gustavo Steneider, quienes también actuaron como contratistas de las obras. Estas se realizaron con sorprendente celeridad, hasta el punto de trabajar mas de doscientos operarios en algunas temporadas, de noche y de día. El edificio, todo completo, tuvo un coste de poco mas de dos millones de reales, sin contar los aprovechamientos del viejo hospital, del que se sacaron grandes cantidades de maderas de caoba y del Segura, unas cien columnas de mármol y la conservación de robustos muros y algunos techos de artesonados.

El teatro se hizo para contener unos tres mil espectadores, sentados con toda comodidad, y tuvo la novedad de encerrar dentro de su recinto una gran casa de huéspedes en la que podía alojar toda una compañía de cómicos, lo que proporcionaba a los actores grandísimas ventajas. La sala de espectáculos, que en sus líneas generales se conserva, según se ve en el grabado que ilustra este articulo, fué la mas suntuosa de España; baste decir que la lucerna central, de bronce y cristal, tenía ciento cincuenta luces.

Constaba y consta la sala, a más del patio de butacas, de un piso de platea: dos de palcos (entresuelo y principales); el de la tertulia y el de la cazuela. Todo el teatro estuvo decorado de blanco con adornos de oro; los asientos eran de caoba tapizados con terciopelo carmesí, como el cortinaje. De las pinturas del edificio y de las decoraciones, se encargaron dos afamados artistas; don Antonio Cabral Bejarano, director del Museo de Pinturas, y don Juan de Lizasoain, Profesor de la Academia de Santa Isabel de Sevilla. Estos, por escritura que tengo ante la vista, se comprometieron a terminar su labor el día 15 de noviembre de 1847, y a pintar las siguientes decoraciones; «Selva negra a todo foro; selva corta; plaza larga a todo foro; calle corta; marina; jardín; salón regio a todo foro; salón largo; salón corto o gabinete; atrio perforado o vulgarmente de rompimiento y templo a todo foro».

Pintaron también los referidos artistas el cielo de la sala, con arreglo a modelo que los artistas franceses facilitaron, la embocadura y los bastidores del proscenio. En las pinturas del techo, que representaba una alegoría del Arte, trabajaron otros artistas sevillanos, Toda la obra de pintura se contrató en la cantidad de sesenta y cuatro mil reales en metálico.

El teatro, con un magnífico local destinado a café, se estrenó el 21 de diciembre de 1847, con la ópera de Verdi «Y Lombardi». El éxito fué extraordinario y los sevillanos se sintieron orgullosos, y con razón, de poseer uno de los más bellos teatros del mundo. Renació entonces en nuestra ciudad la afición por la música y por el arte escénico, y adquirió tal importancia el nuevo teatro, que los mas afamados artistas buscaban la consagración en él como coronación de su carrera; Gayarre, Tamberlik, la Patti, Romea, Valero, Vico, Calvo, Matilde Díez, Teodora Lamadrid, María Guerrero y cien más iluminaron con los resplandores de su genio artístico la sala del teatro San Fernando.

Por feliz coincidencia, la Feria de Abril y el teatro de San Fernando nacieron a la vida en el mismo año. Feria y teatro se complementaron, y dieron a la primavera sevillana un hálito de arte, de belleza y de plácida alegría, que, corriendo por el universo mundo; fué el mejor pregón de las gracias de la reina del Guadalquivir.

SANTIAGO MONTOTO.

Fotografía inferior publicada en el Diario ABC de Sevilla, con motivo de la magnifica exposición sobre el Teatro San Fernando que se presentó en el Circulo Mercantil organizado por Emilio Garcia Carretro a quien podemos ver abajo en el centro de la imagen, en la parte superior de derecha a izquierda Nicolás Salas, vicepresidenta del Circulo, Macarena del Río, Gracia Montes, Antoñita Moreno, Ana del Río, Lola Reina y Pepe Camacho.

TUMULTO EN CALLE TETUÁN DE SEVILLA, EN LA FACHADA PRINCIPAL DEL TEATRO SAN FERNANDO, LOLA FLORES, EN UNA MESA PETITORIA, LE PONE A MANOLO CARACOL, UNA BANDERITA EN LA SOLAPA DE SU CHAQUETA. ERA JUNIO DE 1950, SE REPRESENTABA, «LA MARAVILLA ERRANTE», DE QUINTERO, LEON Y QUIROGA. EN ESTE ESPECTÁCULO,(ÚLTIMO DE LA POPULAR PAREJA) PARTICIPABAN ENTRE OTROS, TONY LEBLANC Y NATI MISTRAL.

EN LA CITADA MESA, CUYA RECAUDACIÓN ESTABAN DESTINADAS, A UN CENTRO PARA LAS PERSONAS CON TUBERCULOSIS, ESTABAN ENTRE OTROS ARTISTAS, LOLA FLORES, NATI MISTRAL Y TONY LEBLANC.

EN EL AÑO 1948, SE REPRESENTABA EN EL TEATRO SAN FERNANDO, «ZAMBRA», CON MANOLO CARACOL Y LOLA FLORES, AL TÉRMINO DE LA REPRESENTACIÓN, FUERON A FELICITAR A LOLA FLORES Y SE FOTOGRAFIARON CON ELLA, CONCHITA PIQUER Y MARIA FÉLIX.

LOLA FLORES, LA LOLA DE ESPAÑA, LA  FARAONA…..

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TEATRO SAN FERNANDO DE SEVILLA

EN ESTE APARTADO, A PARTE DE COMENTARLES SOBRE EL TEATRO SAN FERNANDO, TAMBIEN LO HAREMOS, SOBRE  ALGUNOS ESPECTÁCULOS, QUE PASARON POR ESE IMPRESIONANTE ESCENARIO.

EN LA FOTOGRAFIA INFERIOR, REALIZADA POR EL GENIAL FOTÓGRAFO JULIO, Y QUE GENTILMENTE NOS HA CEDIDO LOLITA VALDERRAMA. PODEMOS APRECIAR UNA GRAN MULTITUD DE ARTISTAS, EMPLEADOS DEL TEATRO SAN FERNANDO, TRAMOLLISTAS TECNICOS ETC. PREPARANDOSE PARA COMER LAS UVAS, EL DIA 31-12-63, DIA DE FIN DE AÑO. EL ESPECTÁCULO QUE SE REPRESENTABA, ERA «RETABLO FLAMENCO», DE JUANITO VALDERRAMA, EN LA FOTO A PARTE DE JUANITO, VEMOS A SU LADO A SU HIJO JOSÉ MARIA QUE ERA UN CRIO, TAMBIEN A GRACIA DE TRIANA CON ZAJONES, GLORIA ROMERO, CURRO DE UTRERA, ADELFA SOTO QUE SOSTIENE EN SUS BRAZOS A SU HIJA ADELFITA, RAMÓN DE ALGECIRAS, LOLITA VALDERRAMA, DIRIGIENDO LA ORQUESTA Y TOCANDO EL PIANO EL MAESTRO OROZCO, Y MUCHOS OTROS ARTISTA.

EN LA SIGUIENTE FOTOGRAFIA, PODEMOS VER A LA GENIAL CANTAORA GRACIA DE TRIANA, Y AL MAESTRO JUANITO VALDERRAMA, RODEADOS DE SERPENTINAS.

EN LA SIGUIENTE INSTANTÁNEA, UNA JOVENCICIMA, LOLITA VALDERRAMA, EN UN MOMENTO DE SU ACTUACIÓN.

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FOTOGRAFIAS INFERIORES DEL ESCENARIO DEL TEATRO SAN FERNANDO DE SEVILLA CON LA GENIAL MARIFÉ DE TRIANA.

INCOMPRENCIBLEMENTE, EL TEATRO SAN FERNANDO FUE DEMOLIDO EN EL AÑO 1973, COMO OTROS MUCHOS NOTABLES E HISTORICOS EDIFICIOS Y CASAS PALACIOS. 

IRREPARABLES DAÑOS DE LA GRANDIOSA ARQUITECTURA DE SEVILLA.

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